Casi Casi Revolución

Como saben, mientras esperamos que llegue la revolución no hay muchas otras cosas que hacer. Creíamos que iba a suceder antes del 28 de Octubre, de hecho ya estábamos bastante preparados. Con boina y morral nuevos para la toma del poder. Pero bueno, no fue posible.

Las masas proletarias que hoz en mano se arrimaban al Congreso no pudieron llegar porque estaba jugando Arsenal y había mucho tránsito. Así que se complicó un poco. La columna de campesinos concientizados de su condición de clase, que tras de sí arreaba a ejemplos de revolcuionarios como las obreras de Brukman y los trabajadores del Bauen, se vieron obligados a abandonar la idea, visto y considerando que en el Bauen tocaba Leon Gieco, lo cual les pareció mucho más útil para la causa revolucionaria que la toma del poder político.

Así que bueno, entre una cosa y otra se nos vino demorando la inminente revolución. Algo similar ya había pasado en el 2001. No tenemos de que preocuparnos. La vanguardia obrera es como la pelota, no se mancha.

Por suerte, pequeños focos revolucionarios se fueron encendiendo. Chipi Castillo estuvo a punto de ser director de la carrera de Sociología, sin la necesidad de quemar las urnas ni dar un golpe institucional. No lo logró, razón por la cual estamos a la espera de que como buen perdedor se ocupe de poner todas las trabas posibles al nuevo director, romper el Consejor Directivo de la Facultad y tomar los claustros dos veces por semana.

Los amigos del PTS lograron 0.5% del electorado. Eso son más o menos $300.000, que les garantiza por lo menos un camión con parlantes por movilización por trimestre. Obvio que incluye el sanguche y la coca de la señorita que a voz en cuello y con micrófono canta el famoso hit "a los milicos los salvaron sus amigos, la democracia peronista y radical", sin ninguna consideración de que es una marcha por el hambre de los Wichis del chaco salteño.

Del corriemiento de Pitrolla a la derecha, mejor no hablar. El hecho de compartir una mesa de discusión con el Dr. Zafaronni, fiel exponenete del facsismo institucionalizado del poder judicial, es algo que no merece la pena discutir. Las filas revolucionarias se ocuparan de él cuando llegue el momento. Lo que como todos sabemos será cerca del jueves de esta semana o el lunes de la próxima a más tardar.

Así que estamos de regreso, con la moral revolcuionaria bien alta, la remera del che sucia y el trosquismo a flor de pelo.